Regreso de una de las bandas que mejor supo sacarle el jugo al legado de Black Sabbath desde la vertiente del Doom, llegando a ser considerada como un referente por la feligresía especializada. Todo esto obviamente respaldado en una discografía brillante, llena de puntos álgidos que convierten a cada lanzamiento en una gema valorada por sí misma. Y el caso de “Born Under A Mad Sign”, lanzado en Junio del corriente 2023 a través de Rise Above Records no es la excepción, razón por la cual reúne todas las fichas para convertirse en el disco recomendado de la semana de TRUENOS METÁLICOS.
Está más que claro que CHURCH OF MISERY es Tatsu Mikami, y Tatsu Mikami es CHURCH OF MISERY, pues desde su formación a mediados de los 90 es el pastor que guía a su iglesia a pesar de los innumerables cambios de formación que a esta altura ya parece ser su modus operandi, renovando el staff para cada álbum. Y la verdad, a la vista de los resultados, le funciona, ya que la interpretación personal de cada músico que participa le da un toque distinto a cada obra, diferenciándolas de las otras como mencionábamos anteriormente, pero sin modificar en absoluto la esencia principal de la banda. Eso sí es inamovible, el riff como dogma y Tony Iommi como única deidad alrededor de la cual se construye la fe de esta institución. No son los únicos, claramente el género entero profesa la misma religión, pero no todos con la misma devoción que estos japoneses, pues como siempre encuentran la vuelta de tuerca para que cada track suene personal a pesar de tener el inconfundible ADN sabático. ¿Cómo lo logran? Cada fraseo es una conjunción de varios fraseos, o sea, cada riff de COM son varios de Iommi, y cada tema es una colección de estos riffs, sin conformarse en armar un tema alrededor de uno solo… en definitiva, exprimir la pentatónica hasta la última gota. La fórmula no parece ser nada de otro mundo, pero nadie lo hace como Mikami, porque no es tan sencillo mantener la coherencia y la fuerza de cada riff sin perder el gancho o sin que se disipe la magia del mismo, sin caer en el abuso absurdo del recurso ni tampoco caer en la tentación de repetirlo a morir a modo de mantra como tan bien lo hacen otros referentes (que tampoco es tan sencillo, pero hoy estamos destacando lo de los orientales). Así es que a través de 7 temas y arañando la hora de duración “Born…” cumple con las expectativas con un soberbio despliegue de Doom metal harto pesado y denso con ese aire blusero que tan bien les sienta, haciendo alarde de un catálogo envidiable de riffs memorables. Aquí no hay nada de stoner, no jodan, hay que cortar un poco con esa manía de etiquetar como stoner a todo lo que suena a Sabbath… ¿Black Sabbath es stoner? No. Listo, a otra cosa.
Para esta ocasión se da el regreso del primer cantante Kazuhiro Asaeda, con su voz rasposa, sumando a Toshiaki Umemura en los parches y Yukito Okazaki de Eternal Elysium como invitado en guitarras (puesto que actualmente está ocupando Fumiya Hattori).
Como es de costumbre, la temática de sus letras referencian asesinos seriales, con truculento detalle de sus crímenes, tal es el caso de John Allen Muhammad, Fritz Harmann (cuya foto está en la portada), Randy Kraft, H.H. Holmes, David Koresh y Robert Hansen.
Otra costumbre para cada álbum, es incluir un cover de una banda de los ‘70, despachándose con una excelente versión extendida de “Spoiler” de Haystacks Balboa, con su típico Hammond cortando y matizando un poco la distorsión que prevalece implacable en todo el disco.
En cuanto a la producción como siempre es bien orgánica y corpulenta, cada instrumento sonando contundente sin necesidad de demasiado artificio, salvo el bombo que pareciera estar “triggereado” y que para quien escribe es lo único que puede llegar a desentonar en el concepto general del sonido.
CHURCH OF MISERY lo hizo de nuevo, casi sin despeinarse nos regala otro clásico instantáneo en su extraordinaria discografía, demostrando cómo se hace Heavy Doom con buenas ideas, sin dormirse en los laureles y laburando en serio los riffs, no sólo copiando por copiar para llenar páginas de catálogo. Mikami te resfriega en la cara su influencia como un desafío superador de llevar un paso más allá lo hecho por el “Iron Man”, el maestro, reformando la doctrina a gusto pues él es el pastor de su propio culto, y quien no lo entienda así nunca dejará de ser rebaño. Que el maligno salve al Riff…
Juanlón
Temas que seleccioné y que más me gustaron del álbum
Sus Integrantes son:
Kazuhiro Asaeda: Voz
Yukito Okazaki: Guitarras
Tatsu Mikami: Bajo
Toshiaki Umemura: Batería