NEUROSIS – 09/12/2017 – Teatro Vorterix

El anuncio de la visita de Neurosis a mitad de año nos había sacudido a todos aquellos que a esta altura pensábamos que nunca los veríamos desembarcando por estas tierras, razones no nos faltaban, ya que con treinta años de carrera los del Norte jamás habían mirado hacia el Sur y tampoco se caracterizan por ser una banda que se aventure hacia terrenos más “exóticos” por así decirlo. La cuestión es entendible por el hecho de que si bien se trata de una banda de culto nunca siquiera coqueteó con las mieles del mainstream. -¿No serán los colombianos verdad?- Nos preguntábamos y cerciorábamos entre nosotros de que el anuncio fuera real. La cita entonces era obligada y hacia la ciudad porteña partimos. Una vez instalados en el hostel nos acercamos temprano hasta el teatro para buscar las entradas y allí mismo aguardamos a que la cosa empezara a tomar color, negro por supuesto, como siempre. (Incluso en esa espera pudimos estrechar la mano de los mismísimos Steve Von Till y Scott Kelly).
 
Pasadas las 19 hs se abrieron las puertas y sin demora comenzaría a sonar la primera banda local, MONTAÑAS. Su propuesta, un stoner/sludge sureño muy dinámico y potente que remite a una mezcla entre Down, Crowbar, Alabama Thunderpussy y Los Antiguos, por qué no. A pesar de tener ciertos inconvenientes, como la rotura del redo, pudieron sobreponerse para finalizar una actuación sobria, redonda y con un interesante despliegue escénico. Los mismos cuentan con dos discos en su haber, un EP homónimo y un LP editado este mismo año bajo el nombre de “Cargados de Furia los Cuerpos Resisten”.
 
Sería luego el turno de SANADOR, la nueva banda de Juan Manuel Díaz (Humo del Cairo) junto a Mariano Bertolazzi (Narcoiris) y Rodrigo Ioio Vega (batero de Lo Bruto), con muy poco rodaje aún, pero con una vasta experiencia en los escenarios. Con un par de temas alcanza para darse cuenta la intención y la razón de ser de Sanador, ya que aquí Juan Manuel se permite experimentar mucho más que con HDC, con menos estructuras, menos formato de “canción” y más libertad para ahondar en texturas sonoras por momentos minimalistas pero siempre sugestivas, con cuelgues psicodélicos ambientales cargados de efectos, para lo cual se valen aparte de pedales, también de sintetizadores. Pero esto no queda ahí, claro que no, pues cuando el switch de la distorsión hace contacto, el costado más doombeta aflora en forma de riffs lentos, pesados, atronadores, cerrando así el concepto musical de la banda de forma muy natural y orgánica, lo cual en este tipo de estilos suele ser lo más difícil de lograr. Actuación sin fisuras y con muchos puntos altos, sin embargo lo mejor estaba al caer.
 
Puntualmente a las 21:00hs el primero en pisar el escenario fue Jason Roeder para posicionarse tras los parches de una batería bien básica pero monstruosa, seguido por Noah Landis saludando al público para tomar el control de los sintetizadores, y por último las tres cuerdas y voces juntas: Steve Von Till y Scott Kelly en guitarras y Dave Edwardson en bajo. Inmediatamente sonó el audio que abre la placa de 1993, “Enemy Of The Sun”, donde una voz preguntaba -“Are You Lost??” a lo que otra contestaba afirmativamente. “Lost” y una apertura inmejorable, para entrar en trance desde ese mismo momento y durante el tiempo que la experiencia siguió encontrando eco en nuestros perturbados cerebros. Pegado a eso y continuando en los ’90, sonaría la tribal “The Web”, tema que forma parte del fundamental “Souls At Zero”, con una atmósfera visceral y furiosa, destacando el impecable trabajo de Roeder. Sin dar lugar para volver en sí mismo, el próximo es un salto en la línea de tiempo hasta el 2016 con “A Shadow Memory”, y no se nota, esa es otra de las cualidades de este quinteto, hacer parecer que cada tema fue concebido para ser tocado en el orden y de la forma en que lo tocan, por más que 25 años separen a uno de otro y que además en ese tiempo hayan mutado en su estilo de la manera en que lo hicieron. Magia. De vuelta en los ’90, la intro de bata anticipaba la irrupción de “Locust Star”, uno de los temas más representativos de la banda de un álbum que para muchos es el mejor de su discografía, o al menos con el que la mayoría supo descubrirlos (entre los cuales me anoto), “Through Silver In Blood”. Piel erizada para uno de los momentos álgidos de la noche, emotivo y demoledor. A esta altura los cimientos del recinto enclavado en Colegiales comienzan a flaquear, su colapso parece ser inminente. “Fire is the End Lesson” sería otro de los temas elegidos para presentar su último trabajo del año pasado y la fórmula funciona tan bien como cualquiera de los anteriores. Como están dadas las cosas parece que aquí no habrá puntos bajos. El repaso también incluye algo de la década del 2000 con “Water Is Not Enough” y la ambiental y opresiva “At The End Of The Road”, del “Given To The Rising”, convirtiendo el lugar en un caldero de almas en trance danzando como el humo blanco que desprenden de sus bocas.
 
 
Atrapadas en un viaje introspectivo, las mentes han perdido voluntad propia y ahora son guiadas a gusto y placer por los Californianos, quienes parecen empeñados en arrastrarnos a través de paisajes desoladores con “Broken Ground” o “Bending Light”, ambas del “Fire Within Fires”. El final parece estar cerca, pero no sé bien si es del concierto o del mundo ya que resulta difícil disociar la realidad, tal es así que en mi mesmerismo veo desplomarse el techo, roca por roca desde el cielo, incluso escucho su estruendo pero los que están a mi lado parecen no notarlo, o tal vez sí, sólo que no existe en ese momento un lugar mejor para desvanecerse en la nada, o mejor dicho para trascender al plano conocido para siempre… “Stones From Sky” es realmente hipnótico como el disco al que pertenece, «A Sun That Never Sets», fundamental para comprender la evolución de la banda y la etiqueta Post Metal en sí misma. Un intenso escalofrío recorre todo el cuerpo desde la médula hasta los pies… y aún falta una más, “The Doorway” del “Time Of Grace”, con un riff que te hace contorsionar desde el abdomen vomitando furia, como si de agudos espasmos en la espina se tratara. Eso es sludge. Hacia el final todo es caos y descontrol, con cada uno de los músicos tratando de infligir el mayor daño posible a los sentidos, el cuerpo entra en shock y pocos minutos después todo ha acabado, dejando al público rendido a sus pies sin necesitar pronunciar palabra alguna durante todo el set. Forjadores de un subgénero que hoy quizás atrae más gente que años atrás, la visita de Neurosis es sólo comparable con el concierto que dio Swans el año pasado superando todas las expectativas, que de por sí ya eran exageradamente altas, y marcó un hito histórico en la vida musical de nuestro país como aquel entonces, ya que probablemente difícilmente regresen por este hemisferio, al menos no en un futuro muy cercano. La diferencia con la banda de Michael Gira radica en que aquí los cinco son “arquitectos de sonidos”, cada uno un engranaje tan fundamental como el otro, y tras tanto tiempo de tocar juntos sin sufrir cambios de formación, la máquina está tan aceitada que parece funcionar sola como una única entidad de cinco cabezas y un mismo corazón. Treinta años de espera se escurrieron en una hora y cuarenta minutos como agua en las manos de aquel sediento caminante perdido en el desierto. ¿Volverías a vagar treinta años más por esa limitada ración de fluido vital? La respuesta volvería a ser afirmativa, como cuando comenzó todo. –Are You lost?.
Juanlón

SETLIST:
Lost
The Web
A Shadow Memory
Locust Star
Fire Is The End Lesson
Water Is Not Enough
Broken Ground
At the End Of The Road
Bending Light
Stones From The Sky
The Doorway

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